¿Por qué la DANA aleja a gobernados y gobernantes?
Tan descarado luce el tacticismo zurcido al drama valenciano ("Es nuestro momento", dijo la ministra Redondo) que, como reza una viñeta de El Roto, a veces uno se avergüenza de saber leer. Así de cristalino: Moncloa apalea a Feijóo en el trasero de Mazón (si no lo destituye ya, adiós al sueño monclovita) y Génova prepara el ataque a la ministra Ribera (este miércoles en el Congreso), como el gambito a derribar antes del jaque a Sánchez.
Al pueblo valenciano le tocó la china por contraposición del signo político autonómico (PP) al nacional (PSOE). Qué mala suerte. Ni siquiera coinciden en la relación de datos y hechos perfectamente verificables. Pero si hablamos de dar la cara, es censurable que el presidente Sánchez, máximo responsable de la protección civil a escala nacional, haya esperado casi un mes. Su comparecencia en el Congreso se anuncia para el miércoles 27.
Y si hablamos de dejación de funciones cuando se desató la ira de la naturaleza, ¿cómo negar que Mazón priorizó el almuerzo con una presentadora de televisión y Ribera su candidatura a un alto cargo en la Unión Europea? Ni el uno ni la otra estaban donde debían estar en la tarde-noche del 29 de octubre, cuando los valencianos se ahogaban. Eso les convierte en chivos expiatorios. Con razón. Aquel es el máximo responsable de la protección civil a nivel autonómico. Y la ministra tiene legalmente prohibido ejercer "otras funciones representativas que las propias del mandato parlamentario, ni cualquier otra función pública que no derive de su cargo" (art. 98.3 de la CE).
Sánchez quiere ganar en Valencia por la torpeza de Mazón lo que va a perder a escala nacional por quiebra de su sindicato de costaleros
Pero todo esto se lo lleva por delante esa "antipolítica" tan de moda como pasto fresco de finos analistas. Prefiero hablar aquí y ahora del fango polarizador, porque Mazón y........
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