Misma acción, mismo rechazo
Durante la campaña presidencial del 2008 en EE.UU., el candidato republicano John McCain estaba en un mitin pasando el micro para escuchar las opiniones de sus simpatizantes y recibió un par de preguntas sobre si había que temer un triunfo de su rival, Barack Obama, considerando que este era “árabe” y que “frecuentaba terroristas”.
McCain dio aquella vez una respuesta que me quedó grabada: “No, señora, [Obama] es un hombre decente, de familia, con el que sucede que tengo discrepancias sobre temas fundamentales, y de eso se trata esta campaña”. Dicho de otro modo, no por discrepar voy a levantar falsos testimonios sobre mi rival. Hay mínimos de decencia y honestidad intelectual que no pueden ser transgredidos, no importa cuán encarnizada sea la lucha política.
Aquella vez, el héroe de guerra McCain fue abucheado por un sector de su propio público y, como sabemos, terminó perdiendo la elección. Asumió el costo de mostrar una virtud cívica cada........
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