La democracia en EE.UU.
Qué difícil se hace reconocer estos días a la democracia estadounidense. Apena mucho a quienes la veíamos como un referente por la solidez de su constitucionalismo y de su sistema judicial, su apego al ‘rule of law’, su esquema federal de desconcentración del poder, la capacidad de su bipartidismo de generar una alternancia que asegure estabilidad y gobernabilidad sin fragmentar al país o desintegrar su tejido social, su aversión al populismo, su promesa tangible de movilidad social ascendente para quien se esfuerce, su sentido de orgullo e identidad compartidos, su disposición para integrar migrantes y culturas distintas, etc. Todas condiciones que no son más lo que alguna vez fueron.
Hablamos de una democracia que, ciertamente, nunca estuvo exenta de problemas y contradicciones, como que un país tan dado a defender la libertad de elección en el ámbito económico fuese tan rígido en recortar la libertad de elección en el........
© El Comercio
visit website