Sobras Completas: historias de la intrahistoria musical
Miguel de Unamuno acuñó el concepto de “intrahistoria”. El término del filósofo aludía, más o menos, al conjunto de acontecimientos que apenas alcanzan trascendencia en su tiempo y, sin embargo, forman un telón de fondo que complementa y explica la historia visible, esa disciplina a la que se dedican los historiadores. Ese territorio de sombras intrahistóricas a veces aflora fuera de su época y se constata su peso en la “vida tradicional”. El reciente libro y discos que se titulan Flaco Barral, Sobras Completas, de Allanamiento de Mirada, reconstruyen con precisión y apabullante documentación la trayectoria del legendario músico de origen uruguayo. Ya era hora.
El autor y editor, Paco Espínola, ha acertado con el planteamiento de la obra, en formato de larga entrevista, y ofrece al lector un texto muy completo y de ágil lectura. La extensa conversación resulta reveladora y en ella se desgranan todo tipo de lecciones “intrahistóricas” mediante la narración de experiencias del compositor. En su artículo introductorio, Espínola señala que “se trata de 60 años de vida musical, 116 discos en los que puede ser autor de música o letra, o de ambas; multiinstrumentista, cantante, productor, ingeniero de sonido, diseñador de portadas…”. Y añade: “Hemos ordenado y fechado la mayoría de 1.700 archivos que él mismo se ha encargado de seleccionar con paciencia infinita y un cariño inolvidable en horarios imposibles”. Al margen de los documentos, el protagonista del libro demuestra una memoria portentosa para nombres y situaciones acaecidas hace mucho tiempo.
En el prólogo del escritor Fernando Peláez, se recuerda que la canción Dame Tu Sonrisa Loco es la primera en la historia de la música uruguaya con mención a la marihuana. Eran tiempos de rebeldía juvenil que algunos jóvenes de entonces (Barral nació en 1945) canalizaron mediante su pasión musical. Y es que la obra muestra la zigzagueante evolución de un músico en sus distintos tiempos. A veces abruma la cantidad de nombres que se cruzan en la trayectoria de este “culo inquieto”, capaz de evolucionar desde el blues hasta el orientalismo o estilos musicales de todo pelaje.
El libro se estructura en distintas etapas vitales y/o profesionales: el primera abarca de 1945 a 1963; y el cierre desde 2016 hasta 2023. En esos apartados, el artista explica sus aficiones tempranas, sus inicios musicales, las primeras escaramuzas para orientarse hacia la profesionalización, anécdotas, su periodo argentino y otras mil peripecias, en ocasiones tan sombrías como la pérdida de su hijo, en 2005. Particular interés guardan los períodos en Opus Alfa (1971), incluido su sonado “funeral” (un last waltz antes que The Band), y Días de Blues (1972), momento cumbre en la historia musical de Uruguay, en tiempos pioneros donde Flaco y su power trío podrían asimilarse a lo que representó Miguel Ríos en nuestro país: jóvenes muy ilusionados que desbrozaron caminos inexplorados de la música.
El golpe de Estado en Uruguay llegó en marzo de 1973. Flaco se traslada a España y debe reinventarse, ya que vivir de la música era harto complejo entonces (y no es que sea fácil ahora, precisamente). Complementa los ingresos musicales con trabajos artesanos. No tenía contactos en España, empieza de cero y poco a poco se abre paso.........
© El Adelantado
visit website