Crónica de verano para comenzar por el final
Escribir para el lector en verano tiene su aquel. O le pones ‘salsa’ o ves el periódico ‘dejao’ de mala forma sobre cualquier mesa/escritorio o partida de mus. Por lo cual me propongo darle al contexto una mano de interés con brocha gorda y, sin poner de por medio a vencejo alguno o similar, atraer la atención del de la hamaca.
Ejemplos varios. Sobre el Acueducto. En 1868 se reconstruyeron los seis arcos, aquellos que están próximos a la calle del Arquitecto Escobedo, y en 1904 el arco primero inferior, inmediato al ángulo de la iglesia de San Francisco. Lo describió Gila Fidalgo en su ‘Guía y Plano de Segovia’ 1906. Y prosigue: ‘los arcos que componen el Acueducto son 160 en una longitud de 818 metros, coronados por la acequia que lleva treinta litros de agua de excelente potabilidad’.
Nos vamos caminando unos metros hacia arriba, a través de la genérica calle Real, ya que por San Juan hay que dar más vuelta y superar el ‘estrecho’ paso que conforman Palacio de Quintanar y Diputación Provincial, por el que bien pueden pasar dos coches de miniatura. Más, no se le ocurra hacerlo, peatón, cuando es el autobús urbano el que le pone frente a la espada (vehículo pesado) y el sándwich de ambas paredes. Por ello, por evitar sudores malignos, ascienda por la Real calle.
Otros sitios; otros lugares
Sepa que cuando culmine el recorrido ‘señalizado’, se encontrará con dos bellezas, la plaza Mayor y la Catedral. De ésta les notifico que........
© El Adelantado
visit website