Por Carlos Yepes A.

En Bogotá, la discusión de la Ley de Financiamiento se vivió como una batalla de mayorías, ponencias y relatos. En el Huila, en cambio, esa pelea tiene un efecto más simple y serio: cuando la Nación no asegura ingresos, el ajuste casi siempre termina presionando la inversión y, con ella, los proyectos regionales. Por eso conviene repasar el trámite con cifras claras, sin apasionamientos, para entender qué está en juego.

El punto de partida fue el Presupuesto General de la Nación 2026. El Gobierno lo radicó por $557 billones, pero desde el inicio dejó una condición que marcó toda la discusión: $26,3 billones dependían de una nueva Ley de Financiamiento. Traducido: se aprobaba el tamaño del gasto, pero no estaba garantizada la caja completa para respaldarlo, y esa incertidumbre se convirtió en el corazón........

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