Turboinformación cofrade
Vivimos acelerados. Lo sabemos y no nos hace falta leer los opúsculos del coreano de moda Byung-Chul Han, filósofo o charlista según para quien. La información nos agita. El frenesí noticioso nos aturde. Se pone a prueba la capacidad cerebral de absorción (hoy es, por cierto, el Día Mundial del Cerebro). La llamada turboinformación pasa rápido del Koldogate al pánico por las fresas con hepatitis A. La gente no aspira a informarse sino a tener la sensación de estar informada. No importa el rigor sino su simulacro. Pero esto es ya otro asunto.
En lo local también existe la turboinformación cofrade. Confieso que todos........
© Diario de Sevilla
visit website