Complacer a tu señor
Días después de la astracanada en torno a Puigdemont, late todavía entre el respetable una satisfacción mayoritaria por tan teatral desenlace. Desde esta óptica tan interesada que abraza a socialistas, ERC y los adheridos entusiastas de Comuns, consideran con acierto que se ha evitado de un plumazo el bochorno de una detención siempre propensa a repercusiones tediosas, el retraso de la investidura del presidente Illa y, por si fuera poco, que nadie se responsabilice del bochornoso ridículo policial. Entre los policías fieles al mesías, deseosos de este choteo grotesco al Estado, entre quienes deseaban que empezara cuanto antes un nuevo ciclo político, y entre quienes tenían la orden ministerial de no entrometerse, parece lógico cuando no predestinado que el fugado acabara escapándose entre la marabunta. Así, cada bando puso lo suyo para complacer a su señor. Nada más elocuente que el silencio de Sánchez.
Los Mossos siguen bajo la lupa del juez Llarena. Asistiremos a una batalla judicial inane más allá de las alharacas de las pesquisas, informes y citaciones. No pasará nada. Las penalidades en este turbado asunto se irán diluyendo desde muy arriba y en........
© Deia
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