Von der Leyen y su rancio discurso
EL pasado 18 de julio, tuvo lugar la reelección de la política conservadora Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea para los próximos cinco años. Un calculado guiño hacia lo social hizo que los votos de los Verdes (con la excepción de Compromís) decidieran la balanza a su favor a pesar de que se produjeran algunas deserciones entre quienes le dieron su apoyo cinco años atrás.
Como novedad, en el discurso de presentación de su candidatura, Von der Leyen se refirió, como gran problema europeo a abordar para el inmediato futuro, al compromiso al que había llegado con sus votantes coyunturales –de manera especial para con los de la izquierda–, de un plan europeo de vivienda social.
Para los suyos (los neoliberales), habló, cómo no, de la competitividad. Esta vez de la competitividad como fundamento de la no dependencia. De la creación de empresas con proyectos estratégicos y tamaño adecuado para dar respuestas globales adaptadas a un mercado en constante transformación. Y, cómo no, habló también de defensa. De crear una defensa común para la Unión Europea.
Esta vez, además de por convicción (no vale la pena entrar en las verdaderas raíces de esa convicción), para intentar contentar y tranquilizar al sector conservador de la cámara proclive a lo militar y especialmente a lo armamentístico. Porque, sin ello, ¿no se sienten seguros? No. Ellos participan de la rentable máxima ultra-capitalista: “Si vis pacem para bellum” (Si quieres la paz, prepara la guerra).
Voy a detenerme en comentar someramente la primera promesa referida a la de la vivienda social o vivienda asequible, aunque requeriría todo un tratado dado que hace ya mucho tiempo que en la mayoría de los países que conforman la Unión viene resultando un problema de primer orden. Solamente diré que, en lo que respecta a lo que llamamos Europa, este tipo de políticas comunitarias han brillado por su ausencia. En el........
© Deia (Tribuna Abierta)
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