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¿Quién quiere ser socialista?

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16.03.2024

La pregunta no es capciosa, le conferimos un alto sentido político. Luego del desmoronamiento de la URSS y de la reunificación alemana, se nos quiso hacer creer que la mundialización era un proceso irreversible, por tanto, quienes se resistieran a aceptarlo "serán los perdedores de la historia, los retrasados de la civilización, de la cultura y del progreso técnico". El desenlace de la guerra fría representó la desaparición del primer estado socialista que, desde su creación, pretendió encarnar un modelo universal de organización al que debían aspirar todos los revolucionarios del mundo.

La realidad resultó ser, nuevamente, mucho más rica que el esquematismo de ciertas visiones políticas y teóricas. Hoy, casi cuarenta años después, tenemos una mejor perspectiva de esta historia.

El neoliberalismo lucía triunfante. Su fagocitadora acción hegemónica lo llevó a ampliar los movimientos y mecanismos de desmantelamiento de las sobrevivientes normas e instituciones que regulaban el intercambio de bienes y de servicios; así como, el flujo de los movimientos de capitales y a los ciudadanos.

La ola parecía indetenible. Costaba encontrar quien se atreviera a auscultar, sobre todo en el mundo académico, los elementos sociales, culturales, políticos, económicos y medioambientales que dieron fuerza a la globalización. En buena parte del orbe,........

© Aporrea


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