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Descartes, Arendt, un mundo, dos filosofías

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16.06.2024

Introducción.

El presente artículo ha sido escrito en el marco del Seminario "Sentido Común" realizado en la Universidad Central de Venezuela U.C.V. Se aborda esa temática a partir de contrastar dos filósofos y dos filosofías: René Descartes y Hannah Arendt.

El marco de la reflexión son los hechos que configuran la cotidianidad humana. Hechos que recorren la modernidad hasta nuestra contemporaneidad, en las expresiones de la política desde una lectura desde la filosofía. Se contrastan ambos autores, señalando el horizonte político que emerge como Sentido Común desde la perspectiva de ambas filosofías (*).

El contenido del artículo se despliega como sigue: 1. El mundo en sus cambios históricos / 2. Momentos vitales de la cotidianidad / 3. Se gesta la modernidad. / 4. Descartes, Arendt, dos contextos diferenciados. / 5. Cogito y Pluralidad, dos categorías que se contrastan / 6. Horizontes de la filosofía política. / 7. Saber y muchedumbre en el ámbito de lo democrático. / 8. Sentido Común y Política. (**)

1. El mundo en sus cambios históricos

Decir que el mundo ha cambiado es una verdad de Perogrullo. La comprensión de los cambios operados, en tanto que fenómeno histórico y su impacto; tanto en la reproducción de la vida como para la conservación de la especie humana, no es algo que podamos decir que ha sido comprendido y asumido por el hombre, en toda su dimensión y repercusiones a la especie humana. La conducta humana internacional, frente a los acontecimientos actúales y sus consecuencias irreversibles son, para decirlo en palabras de Hannah Arendt,"… un insulto al Sentido Común".

La humanidad, a juicio de historiadores, registran dos momentos espectaculares, fundamentales, en cuanto a cambios de radical significación y trascendencia, que han partido en un antes y un después la historia. El primero ocurre en la antigüedad griega con Sócrates; el segundo al comienzo de la modernidad con Descartes. Podemos agregar un tercer momento: ¡nuestra contemporaneidad! Nos referimos, tal y como nos lo señala la escritora Hannah Arendt en su caracterización del mundo actual: "La modernidad llega hasta principios del s XX y el mundo actual comienza a partir de los primeros estallidos de las bombas nucleares" en la mitad del s XX".

Estos cambios, cuya significación transformadora han sido extraordinarios, impelen a la comprensión del mundo actual y del sujeto en torno al cual orbitara la realidad: ¡el hombre! Sócrates da vuelta al pensamiento pre-socrático que estaba centrado en torno al descubrimiento de la naturaleza y lo transforma entonces en el pensar frente a la ética,

la verdad y el hombre. Descartes rompe la estructura del pensamiento medieval con un proceso de reflexión introspectivo que lleva a rehacer la filosofía a partir de la búsqueda de lo verdadero, desembocando la reflexión en torno a las categorías de Pensamiento y Existencia como plataformas desde donde podrá comprenderse la realidad desde una nueva filosofía.

Arendt, ante la crisis del mundo como producto de la razón moderna, cuya manifestación más evidente fue el holocausto judío a mitad del s XX; retoma los presupuestos filosóficos de ese pensar moderno y cambia radicalmente el horizonte de lectura con que hasta ahora habíamos leído la historia.

Nuestra realidad, perteneciente al contexto de la contemporaneidad, pone de manifiesto las más diversas e insólitas situaciones de la cotidianidad convertidas en hechos extraordinarios. Hechos que son producto del desarrollo de la ciencia y las nuevas tecnologías, que configuran un mundo cuyas consecuencias para la vida humana y el destino del hombre, en tanto que sujeto histórico, se hace cada vez más incierto.

Esta realidad nos interpela y pone a la política, según Hannah Arendt, en el centro de la escena, dada la necesidad de decisiones reguladoras y de control del horizonte humano, necesarias como nunca antes, en pro de la vida del hombre.

Las siguientes líneas pretenden mostrar algunos elementos que conforman ese nuevo cuadro de relectura de la historia del pensamiento humano que nos exige la actual realidad.

2. Momentos vitales de la cotidianidad.

A pesar de los profundos cambios operados en el mundo, la percepción que sobre ellos tiene la población en general es de aceptación tácita; es decir se toma de manera práctica, reconociendo el sentido utilitario del los hechos sin entrar en tantas explicaciones. Hace uso, por ejemplo, de un teléfono móvil que lo pone en contacto con el último rincón del mundo sin explicarse como ocurre tal fenómeno.

En lo fundamental, lo vital de la cotidianidad es la misma; es decir, la lucha por la supervivencia; sin embargo sus expresiones son radicalmente distintas, aún cuando en general se asumen como algo "natural" de la evolución; por tanto, la gente asume que los hechos y situaciones que vive no tienen nada que ver con el pasado.

El caso del obrero petrolero. Paredes fue una vieja gloria del deporte nacional, se formó en los campos petroleros zulianos. Un día le toco dejar el trabajo en "Las compañías extranjeras" y se vino al centro del país, a un pueblito fronterizo con la capital del Estado Lara. Allí rehízo su vida y su cotidianidad como ex-obrero petrolero y "gloria deportiva jubilada".

Los fines de semana, guardando una vieja tradición popular, se reunían en el garaje de su casa, tipo vivienda rural, y allí circulaban en torno a la mesa las parejas de jugadores de dominó. "El que perdía se paraba…" Paredes tenía como pareja a su nieto. La particularidad del caso era que el muchacho vivía en España y gracias a las nuevas tecnologías podía ser pareja de domino de su abuelo. El hecho no causaba ningún "asombro", como dirían los "maracuchos", entre vecinos y jugadores. Eran un hecho que a los ojos de todos les parecía "normal".

Sin embargo, puestos a observar el hecho con ojo crítico, se está ante un hecho extraordinario que rompe todo esquema tradicional de convivencia. La concepción que todos hemos tenido por espacio y tiempo se ha transformado radicalmente. La percepción humana de lejanía y cercanía han entrado a configurar una nueva relación. El sentido de la relación familiar entró en una nueva dimensión, los problemas vitales cotidianos adquieren nueva forma y el sentido común con que valoramos los acontecimientos se transforma de manera radical. Al mismo tiempo en que el hecho se considera "normal" estamos en presencia de una nueva forma de cotidianidad vital que implica nuevas formas de compresión de los fenómenos del hecho humano y el perfil del hombre actual.

En períodos anteriores, antes de la explosión de las nuevas tecnologías, se reflexionaba sobre los cambios que impactaban la naturaleza de manera significativa. El hombre se sentía impotente a merced de la naturaleza. La literatura telúrica registra muchas de las manifestaciones de estos cambios. Recordemos la frase con que terminaba la novela latinoamericana, La vorágines: "Se los trago la selva". Novela del colombiano Eustaquio Rivera, escrita en la primera parte del siglo XX. El hecho es que de la imponente fuerza y poder con que se caracterizaba a la naturaleza, se transformo en una entidad débil que reclama protección frente a la conquista y acción depredadora del hombre moderno.

Hannah Arendt, ante el lanzamiento de un objeto........

© Aporrea


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