Nimamismo antitesis del chavismo rumbo al 28J24
El próximo 28J24 Venezuela toda decide en las urnas el cambio o la permanencia del régimen barnizado de militarismo, donde ellos se imponen sobre el resto de la sociedad, como ha sido desde 1830 con Páez a la cabeza, de ahí a la polarización entre la fuerza del mando en el poder y la convicción de los civiles de que en la nación debe haber un equilibrio que ponga al ego en su lugar, para que el poder sea controlado por las mayorías, y no como hasta ahora una minoría que se adueñó del país, repartiéndose el territorio, imponiendo sus leyes, y actuando desde los poderes públicos secuestrados por los seguidores del mandamás del momento, en una especie de nueva narrativa que confunde la leche con la magnesia. La sociedad venezolana es un conjunto heterogéneo donde las clases sociales se enfrentan por sus intereses desde los grupos y sectores conformados en la colonia, y que con la independencia se reacomodaron, manteniendo sus privilegios, repartidos entre los burgueses, la oligarquía, el Estado que representan, los propietarios y la Iglesia. Es lo que se atisba en las varias opciones de candidatos, no hay candidatas, no hay negros, menos aborígenes, lo que ha sido a lo largo de la historia, de la cultura, imponiéndose los criollos que antes se llamaron americanos, pero se volvió a los fueros con los cuales se conformó la república liberal burguesa, hoy revolucionaria.
Del socialismo y menos del comunismo se habla poco, el proceso actual va por otro rumbo, desde un marco político y jurídico que va en paralelo a la constitución. No existe el equilibrio de poderes, lo que sí hay es mucha banalidad que tiende a distorsionar y trastocar lo que con mucho esfuerzo se logró hace tres décadas atrás, y NiMaMo desde 2013 se encargó de cambiar las señas, y después de dos períodos consecutivos, de nuevo pretende reelegirse para un tercer mandato, sin permitir la alternabilidad, ni siquiera entre las mismas filas del nimamismo controlado por él y sus aláteres. Es lo que sucede en los países presidencialistas del tercer mundo, donde se ejerce la violencia por el Estado desde las instituciones armadas y de seguridad de Estado, que para mantenerse contra viento y marea, llueva, truene y relampaguee, se imponen como poderes constituidos sobre el poder constituyente, el gobernante sobre los gobernados, desoyendo al soberano, y dando trastadas tras trastadas, y luego, cuando llegan las elecciones, habiéndolo hecho más como representante de la nación, mueve toda la maquinaria y los recursos del Estado para hacerse una campaña a la medida de las circunstancias, con el ventajismo que le permite actuar desde las........
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