Gobernar la Nación por el régimen en el primer cuarto de siglo XXI
Cuando será que aprenderemos como sociedad, a desembarazarnos de tantas limitantes, debido a la ignorancia, al desconocimiento de causa y la dejadez por parte de las mayorías, conformistas y mansas, ante gobernantes con piel de corderos, pero que por mucho que se tongoneen se les ve el bojote, el rabo y los pelos de lobos. Es la apatía un síntoma de estos tiempos, y mucho desconocimiento de los elementos y estructuras, que varían al tiempo y los intereses, por parte de los regímenes desde donde nos gobiernan, aislándose cada vez más de la gente, distanciándose del pueblo, desde una perspectiva general, debido a sus características esenciales, cuyas diferencias en orden de importancia, permiten que entendamos lo que es la gobernanza. Hagamos un ejercicio de memoria y recordemos los elementos que en esencia atañen al Estado, es decir, población como conjunto de individuos e individuas (NiMaMo dixi), ocupantes de determinado territorio, y las características comunes, cultura, lengua, religión, costumbres, historia, en un espacio aéreo, terrestre lacustre, marítimo, en lo geográfico y delimitado del Estado, que ejerce a través de la participación de la gente en la cosa pública, y es protagonista como soberana. Aunado a esto, las instituciones donde elegidos y elegidas ejercen la administración de los recursos, desde una dirección consensuada, en caso de un Estado democrático, desde el poder público nacional, estadal, municipal y local, como en el caso de Venezuela con la CRBV, donde el poder se divide en ejecutivo, legislativo, judicial, ciudadano y electoral; con las autoridades en cada instancia respectivamente, presidente de la república, gobernadores, alcaldes, concejales, consejos comunales y comunas. En nombre y bajo la observancia directa de la soberanía que emana directamente de pueblo, con capacidad copartícipe en el Estado, máxima autoridad delegada, sin perder su supremacía sobre el territorio, con la población, y sin interferencias externas de ningún tipo.
Todo ello dependerá del régimen político, social, económico, religioso, democrático burgués o absolutista que se instaure, todos se hacen llamar democráticos, socialdemócratas, socialcristianos, con gobierno representativo o participativos, con ejercicio de funciones de mando y administración del poder, a través de elecciones de sus miembros, por medio del voto en las urnas, libremente y con justicia y la debida separación y equilibrio de los poderes públicos, y clara y precisa división en el ejercicio público de la cosa de todos y todas, para buscar el logro de la armonía del buen vivir. Lo que de paso evita las desviaciones personalistas o de grupos, y el abuso de poder, que se deben regir bajo un marco constitucional, con estricto respeto de los deberes y derechos, y las libertades que protejan a las personas, a los seres vivos en general, y por supuesto las libertades civiles y sus conquistas. Esto puede funcionar en democracia, no en una autocracia, donde se concentra el poder........
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