¿Es el educador venezolano carne de cañón para este último trimestre del año?
La fiesta de inicio del año escolar 2024-2025 está en sus preparativos. Principales autoridades de los diferentes Centros de Desarrollo del país así lo manifiestan tras programados encuentros. ¿Se trabaja también para que el espíritu de fiesta sea en todo momento?
Desde que se conocieron los resultados en las pasadas elecciones presidenciales, números que favorecieron, a pesar de los pesares, al representante del Gran Polo Patriótico por sobre la candidatura fascista y abiertamente neoliberal, era lógico suponer el magisterio venezolano estaría en la mira como uno de esos sectores laborables con los cuales habría de extender atenciones y otorgar aquellos principales beneficios socio económicos por parte del Gobierno Nacional. Ocurrió. Un triunfo como el obtenido el 28-J teniendo profesoras y profesores pasando calamidades evidentemente tenía que reflejarse en los cómputos anunciados por el rector del CNE, Elvis Amoroso.
Hay que tomar en cuenta la nómina del personal docente del Ministerio del Poder Popular para la Educación se estipula en casi un millón de asalariados. De modo cómo se explica el estrecho margen con que se gana si trabajadores del mismo gobierno de turno no tributaron masivamente en votos a su patrón.
Es entonces cuando el pasado 22 de septiembre el reasignado ministro de Educación Héctor Rodríguez, en reemplazo de la gris Yelitze Santaella, anunció sorpresivamente una serie de ayudas sociales con las cuales se intenta urgentemente normalizar las actividades escolares, éstas a iniciar próximamente en el sector público. Desde su cuenta en Instagram Rodríguez citó las posibles ayudas a la hora de brindar protección especial al docente con mejoras alimenticias, uniformes, atenciones........
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