Wiz Khalifa, uno de los raperos más populares de Estados Unidos, enfrenta consecuencias legales en Europa del Este tras un incidente ocurrido durante un festival musical en Rumania, donde las leyes antidrogas son especialmente estrictas.

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El rapero, cuyo nombre real es Cameron Jibril Thomaz, fue detenido en julio de 2024 por la policía rumana luego de presuntamente fumar cannabis sobre el escenario durante el festival Beach, Please!, realizado en Costinești, una localidad costera del condado de Constanza.

De acuerdo con la fiscalía, Khalifa tenía en su posesión más de 18 gramos de cannabis y consumió parte de la sustancia durante su presentación.

La Corte de Apelaciones de Constanza lo sentenció a nueve meses de prisión tras declararlo culpable de posesión de drogas peligrosas sin derecho para consumo personal.

Aunque en abril un tribunal inferior solo le había impuesto una multa de 3 mil 600 lei (aproximadamente 830 dólares), la fiscalía apeló la decisión y solicitó una sanción mayor, la cual fue concedida. El fallo es definitivo.

En Rumania, la posesión de cannabis para uso personal es un delito que puede castigarse con penas de entre tres meses y dos años de prisión, o con multas.

Hasta el momento, no se ha informado si las autoridades rumanas buscarán solicitar la extradición del artista, quien es ciudadano estadounidense y no reside en el país.

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Cuando en 2019 el presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso sanciones a la industria petrolera de Venezuela para presionar al gobierno de Nicolás Maduro, las exportaciones de crudo venezolano cayeron hasta unos 495.000 barriles diarios. Seis años más tarde, las sanciones siguen en pie, pero las exportaciones petroleras de Venezuela han vuelto a crecer hasta ubicarse en torno al millón de barriles diarios.

Aunque se trata de una cantidad pequeña para un país que en 1998 -antes de la llegada al poder de Hugo Chávez- producía tres millones de barriles diarios, esta recuperación de parte de la exportación de crudo es un indicativo de que las sanciones contra Venezuela no están funcionando como EE.UU. esperaba.

Y es que el gobierno de Maduro ha ido encontrando la manera de ir reactivando la producción y de crear nuevas vías para vender el crudo venezolano esquivando las sanciones.

En esa tarea de comercialización ha jugado un rol central la llamada “flota fantasma”: una serie de tanqueros petroleros que por medio de distintas estratagemas logran ocultar su labor como barcos de transporte de petróleo sancionado por las autoridades estadounidenses.

Una de estas embarcaciones fue interceptada e incautada este........

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