menu_open Columnists
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close

El ruido que el Derecho aprendió a tolerar: pirotecnia, tradición y responsabilidad

5 0
previous day

Hay violencias que no dejan moretones visibles, ni expedientes inmediatos, ni titulares escandalosos. Violencias que se normalizan porque hacen ruido, porque duran poco, porque “siempre han estado ahí”. La pirotecnia es una de ellas. No porque toda manifestación festiva sea ilícita, sino porque el daño que produce ha sido socialmente aceptado como un costo menor, inevitable, casi folklórico. Y cuando el daño se normaliza, el Derecho suele llegar tarde —o no llegar—.

Cada año, sin falta, los informes se repiten: personas lesionadas, niños quemados, animales extraviados o muertos, crisis de ansiedad en personas con condiciones del neurodesarrollo, adultos mayores descompensados, incendios evitables. El patrón es previsible. El riesgo es conocido. El daño es reiterado. Sin embargo, la respuesta jurídica sigue moviéndose entre la tolerancia, la omisión y la reacción ex post. Como si el estruendo suspendiera, por unas horas, las reglas básicas de responsabilidad.

Desde una perspectiva jurídica, el primer problema no es la pólvora, sino la idea de que la tradición opera como una suerte de eximente social. No lo es. No puede serlo. El Derecho no desconoce la cultura, pero tampoco puede renunciar frente a ella cuando entra en tensión con derechos fundamentales. La costumbre no neutraliza el deber de cuidado, ni convierte el daño previsible en un daño........

© Zona Cero