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Javier PrietoLa Opinión de Zamora |
Comenzar el Adviento no es abrir una caja con pequeños objetos, dulces o juguetes
La sociedad de las prisas, lo viral, el estímulo rápido y las pantallas brillantes hace que una neblina envuelva nuestros sentidos más profundos
Volver a lo de siempre y, a la vez, volver de una forma nueva
La exigencia de ser fiel a lo que uno cree y a la vez dejarse cuestionar
una mesa de mantel infinito en el que todos pueden tener sitio
¿Realmente sabemos más de nuestro mundo desde que nos sentimos invadidos por tantísimas informaciones veinticuatro horas al día?