Las Brigadas de Limpieza, en el punto de mira del separatismo
Que en las filas separatistas cunde la rabia, el odio, las ganas de enfrentamiento, es cosa más que sabida por todos los que observamos la realidad catalana. Especialmente, por los que somos catalanes y vivimos aquí. La milonga acerca de lo pacífico que es todo este proceso separatista no se aguanta ni un segundo ante la cotidianidad, por más que se quiera disfrazar con lo de que los violentos somos nosotros. Que se lo pregunten a mi querido y admirado amigo y ministro de deportes de Tabarnia, Tomas Guasch, al juez Llarena y a su esposa, a los hijos de guardias civiles, a los compañeros de medios asaltados por los radicales, a los de los partidos constitucionalistas, en fin, a todo aquel que no comulgue con el ideario supremacista de esta república que cada día más se parece a la mussoliniana de Saló.
A los separatistas, acostumbrados a la impunidad más absoluta, les irrita que la ciudadanía se haya organizado y luche para recuperar sus pueblos y ciudades de la tiranía del amarillo, de la pancarta pro presos políticos y de las esteladas ondeando en las casas consistoriales. De ahí que estén buscando por todos los medios neutralizar las numerosísimas acciones que el Cuerpo de Brigadas de Limpieza están llevando a cabo en todo el territorio catalán. Hasta ahora, los radicales se contentaban con graznar consignas del tipo “Si ellos retiran un lazo, nosotros colgaremos cien”, típicas de la bravuconería totalitaria como aquel “¡Me ne frego!” del partido fascista italiano.
¡Cuántas semejanzas guardan los separatistas con aquellas escuadras de camisas negras! Solo les falta cantar su himno, A noi, compuesto por el maestro Carletto Concina que, con letra de C. Bruno decía “Me ne frego della galera, ¡camicia nera noi vogliam portar! Il core cambiato non é, o Duce d’eroi siam qui tutti fieri per te. ¡A noi!», o aquel otro, “Me ne frego non so ben mi spiego, me ne frego fo quel che piace a me”,........
© Vozpópuli
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