¡Que mala suerte!
Si se encuentra a algún conocido o saludado que lleve el lacito amarillo en la solapa, igualito que los carlistas llevaban el “¡Detente, bala!” en su pecho, no le diga nada. Déjelo pasar. Estará conmocionado, y no es para menos. En pocos días se ha sabido que el ex obispo de Solsona Novell ha colgado los hábitos por una señora experta en satanismo y poesía erótica. Por si ese golpe no fuera suficiente, habida cuenta que Novell era un separatista contumaz y sus homilías causaban olas de gozo entre los lazis de misa y comunión diaria, a los de Estrasburgo, léase Tribunal de Derechos Humanos, las cargas policiales del 1-O, tan inhumanas y criminales según la ANC, no le parece que vulneren derecho fundamental ninguno.
El imaginario separatista todavía no ha aterrizado y por eso se niega a comprender que las actuaciones policiales no eran para........© Vozpópuli
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