El peso de los días
Francia está expulsando a sus judíos. Un tercio de los judíos que emigraron desde 1948 lo han hecho en la última década. No es una exageración. Ocho mil judíos franceses huyeron ya en 2015 del país de la libertad, la igualdad y la fraternidad, una cifra cuatro veces mayor que la del año anterior. Desde el comienzo de la década de los 2000 se está produciendo el éxodo de judíos más grande de la época moderna, y lo más perturbador es que no ocurre en Oriente Medio ni en ningún otro rincón del mundo donde el velo de la civilización ni siquiera les roza, sino en Europa.
No ocurre tampoco en un país en guerra ni como consecuencia de la reacción ante un régimen autoritario. Ocurre en la Francia de la tolerancia, de los derechos humanos, de las postales idílicas que evocan glamour, diversidad, buena cocina y la icónica Torre Eiffel. Ocurre en el continente que hace apenas 80 años llevó a los límites del paroxismo la judeofobia inseminada en el ADN de la humanidad. “La humanidad murió en Auschwitz”, escribiría Emil Fackenheim al reflexionar sobre el impacto de la Shoa (holocausto) en la moral y en la identidad del ser humano. Desde entonces, Auschwitz representa la metáfora de la pérdida irreversible de lo humano, de la moral, de la dignidad. El compromiso de recordar y reflexionar para que algo así no pudiera volver a ocurrir, el desafío de encontrar un sentido y un propósito, la necesidad de entender cómo pudo ser posible que en un período tan corto de tiempo la humanidad cayera en ese abismo y fuera capaz de cometer atrocidades tan extremas que desbordaron los límites de lo que se considera moral y humano. Toda una teología del Holocausto, dirigida a reparar el mundo, que se cancela el 7 de octubre de 2023.
Las imágenes que hurtan la realidad, estafada por el relato, están llevando a millones de........





















Toi Staff
Sabine Sterk
Penny S. Tee
Gideon Levy
Waka Ikeda
Grant Arthur Gochin
Daniel Orenstein
Beth Kuhel