Armas blancas, pistolas negras, pijamas naranjas
Es común que los miembros de la fuerza pública, vigilantes de los espectáculos públicos, realizados en escenarios de propiedad del gobierno y organizados por los dueños de los equipos del profesionalismo colombiano, requisen y como dicen en la calle, raqueteen a quienes van a ingresar a un partido de fútbol.
Todos en este país seguimos aterrados con lo sucedido el jueves en el estadio Atanasio Girardot de Medellín con motivo del partido entre Atlético Nacional y Junior de Barranquilla. Por un momento pensé que estaban reviviendo las imágenes de aquel 29 de mayo de 1985 en el estadio de Heysel en Bruselas cuando se iban a enfrentar los equipos Liverpool de Inglaterra y Juventus de Italia, buscando por igual la Copa de Europa. El saldo arrojó 39 aficionados fallecidos, en su mayoría italianos, quienes habían salido desde Turín a alentar a su ‘squadra’ y regresaron en cajones a su tierra natal.
¿Son conscientes los padres de lo que van a hacer sus hijos cuando salen de casa con rumbo a un estadio? No........
© Vanguardia
visit website