¡Señor, otra vez no!
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Esta frase la soltó Jefferson Mena, el capitán del Atlético Bucaramanga, en pleno partido cuando la lluvia no se detenía y estaban bajo un intenso aguacero de goles que destapó el Santa Fe en menos de cinco minutos. Los dirigidos por Pablo Peirano perdían dos a uno el encuentro ese 15 de junio, era tarde, les había cogido la noche.
Pero tan pronto empató Millán, el público bogotano reanimó al onceno cardenal, que inmediatamente se encontró con una pena máxima bien sancionada por el vallecaucano Carlos Betancur.
Luego de la ejecución de Rodríguez, el capitán de los ‘Dudaboys’ miró al cielo y le hizo una petición a Dios.
“Ya se me habían escapado varias estrellas con el Medellín, pero una vez le pedí eso, sentí una tranquilidad impresionante. El pecho se me infló, algo me cayó del cielo, algo que nunca sentí en mi........
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