¿Cómo hacemos que los adolescentes disfruten de la Navidad en familia?
La Navidad es la celebración que más refuerza la importancia de la familia en el bienestar psicológico a lo largo de la vida. Es probable que si nuestras relaciones familiares son cordiales, cercanas, y la familia es para nosotros una fuente de cariño y apoyo, las navidades sean fechas emocionantes y con connotaciones positivas. Si hay tensión, si las relaciones se han enfriado, o existen conflictos sin resolver, estas son las fechas que más los ponen de manifiesto: estamos estresados, incómodos, o deseamos que terminen.
Si las relaciones familiares nos influyen durante toda la vida, es durante la adolescencia cuando adquieren mayor importancia, porque protegen la salud mental en esta etapa determinante de la vida y pueden fomentar la resiliencia y el bienestar psicológico. Aunque el adolescente o la adolescente estén mucho más pendientes y volcados en sus relaciones de amistad, ya que esta es la etapa de la vida en la que necesitan experimentar relaciones sociales fuera del núcleo familiar, las relaciones familiares siguen siendo importantes en su bienestar psicológico.
Pero llegan las navidades y nos podemos encontrar con que aquellos niños (sobrinos, nietos, hijos o hijos de amigos) que tanto disfrutaban de nuestra compañía se muestren aburridos, aislados o directamente molestos con las reuniones “obligatorias” típicas de estas fechas. ¿Por qué? ¿Es inevitable?
Disfrutar de tiempo juntos en familia y ser tratado de manera justa por la familia aumenta........© The Conversation
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