La vivienda tumbará al gobierno
El pasado agosto, el Consejo de la Juventud publicó unos datos estremecedores: mientras que el salario mediano de la gente joven roza los 1051 euros, los alquileres y demás gastos de vivienda alcanzan los 1.131 euros. Quizá eso explique que siete de cada diez jóvenes empleados sigan en casa de sus padres. Es muy probable que los otros tres malvivan, junto a otras víctimas de esta situación, hacinados en pisos pagando no menos de 500 euros por una habitación.
Esta combinación dramática de precariedad laboral e imposibilidad de emancipación que afecta a la juventud, se da en un contexto de crecimiento económico del que presume continuamente el gobierno de coalición. Algo debe estar fallando para que en los intersticios de nuestro pequeño y opulento universo esté creciendo una gigantesca bola purulenta que se llevará por delante, si no ponemos remedio, la salud de esta sociedad. En mi opinión, esa tumoración que amenaza metástasis tiene un nombre: codicia. Que si asimilamos a la avaricia, es un pecado capital del que no han podido sustraerse, desde finales del siglo XX, muchos gobiernos(de entre los que los españoles han sido campeones de la clase)que, convenientemente tentados por el capital, abandonaron la construcción de viviendas........
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