Con sorpresa de muchos, la lamentable evolución del PIB nacional durante el segundo semestre de 2023 no se ha visto reflejada en un evidente deterioro del mercado laboral.

Algunos comentaristas afirman que lo anterior es natural, pues las decisiones de contratación y despido de los empleadores toman tiempo. Sin embargo, no se sabe con precisión de cuánto debe ser este rezago: ¿tres? ¿seis meses? ¿o más? Como sea, resulta algo extraño que, frente a caídas en la producción de sus fábricas, los empresarios sigan aumentando la nómina de personal.

Por cierto, es evidente una progresiva disminución de la generación de empleo a nivel nacional que, de poco más de 1 millón de puestos de trabajo en agosto de 2023, se ha reducido a unos 533 mil en enero de 2024.

Un primer punto para tener en consideración a la hora de interpretar la evolución reciente del mercado de trabajo, es la demografía. Y en particular el comportamiento favorable de la oferta potencial de trabajadores -constituida por la población en edad de trabajar (PET)-, que crece a ritmos cada vez menores, y de esta manera aminora los requerimientos de nuevos empleos.

La PET en Colombia, es decir la población de 15 años y más, está aumentando a una tasa anual de apenas 1,4%. En estas condiciones el crecimiento del empleo del 2,5% -correspondiente a los 533 mil nuevos puestos de trabajo registrados en enero- es suficiente para mantener el estatus quo en el mercado de trabajo y hasta para mejorar los principales indicadores laborales. Empero, poca mejoría se registraría si la oferta potencial creciera al 1,9%, así como pasaba hace una década.

Otro aspecto por tener en consideración son los flujos de trabajadores. En realidad, los nuevos empleos generados a lo largo de un año son el resultado neto entre el flujo de trabajadores que han conseguido ocuparse (flujo de entrada al empleo) y el flujo de trabajadores que han dejado sus empleos (flujo de salida del empleo). Entre enero 2023 y enero 2024 el primero ha sido superior al segundo en 533 mil.

En períodos de crisis económica los flujos de entrada y salida de la condición de ocupados son menos numerosos. De hecho, quien tiene un empleo hace de todo por mantenerlo y quien es desocupado encuentra más difícil conseguir una plaza de trabajo. Por su lado, las empresas se preocupan por mantener el personal ocupado con experiencia y no abren vacantes.

Esto es lo que en parte explica lo que está pasando en el mercado laboral colombiano desde septiembre 2023: los jóvenes no encuentran empleo -su empleo disminuyó desde entonces todos los meses-, mientras que las personas en edad adulta se mantienen en sus puestos y el empleo de los mayores de 55 años crece a tasas muy elevadas.

La caída del empleo juvenil es la más preocupante repercusión de la reciente desaceleración económica sobre el mercado laboral.

Stefano Farné
Observatorio del Mercado Laboral, Universidad Externado de Colombia.

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¿Por qué no empeora el mercado laboral?

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05.03.2024

Con sorpresa de muchos, la lamentable evolución del PIB nacional durante el segundo semestre de 2023 no se ha visto reflejada en un evidente deterioro del mercado laboral.

Algunos comentaristas afirman que lo anterior es natural, pues las decisiones de contratación y despido de los empleadores toman tiempo. Sin embargo, no se sabe con precisión de cuánto debe ser este rezago: ¿tres? ¿seis meses? ¿o más? Como sea, resulta algo extraño que, frente a caídas en la producción de sus fábricas, los empresarios sigan aumentando la nómina de personal.

Por cierto, es evidente una progresiva disminución de la generación de empleo a nivel nacional que, de poco más de 1 millón de puestos de trabajo en agosto de 2023, se ha........

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