Una propuesta para la financiación autonómica
El sistema de financiación autonómica debe tener como objetivo dotar, a todas las Comunidades Autónomas (CCAA), de los recursos suficientes para que puedan prestar a sus ciudadanos los servicios públicos que se han descentralizado en estas administraciones; principalmente en materia de sanidad, educación y servicios sociales esenciales, con el adecuado nivel de calidad, con independencia de la residencia, aun dando a cada CA autonomía para poder modular la presión impositiva y los niveles de cada uno de los servicios públicos de su competencia.
Es decir, no es el mecanismo para la corrección de las divergencias en el nivel de desarrollo de las CCAA, que debe reservarse para actuaciones a través de fondos específicos enfocadas principalmente a actuaciones de inversión para facilitar el reequilibrio territorial y que deben dirigirse, particularmente, a las CCAA por debajo de los niveles medios de desarrollo, frente al criterio de igualdad en la prestación de los servicios básicos descentralizados en todos los territorios del sistema de financiación autonómica.
En el momento actual, este objetivo tiene especial importancia y, dado el deterioro de buena parte de los servicios públicos básicos, la reforma ha de centrarse, además de en que las prestaciones tengan un nivel similar, en la mejora de la calidad de los servicios públicos más relacionados con el Estado del Bienestar en todas las CCAA.
Los principios en teoría consensuados que deben orientar este sistema, son los de autonomía y suficiencia financiera, para disponer de los recursos necesarios para el ejercicio de sus competencias; y el de equidad, para asegurar un nivel similar de prestaciones de los servicios públicos a los ciudadanos con independencia del lugar de residencia.
La situación actual del Sistema de Financiación de Régimen Común (SFRC), como se denomina la financiación de las CCAA, excluidas Euskadi y Navarra, no responde a los principios que teóricamente lo orientan, ni en el nivel de financiación necesaria, ni en la equidad en el nivel de financiación por habitante ajustado, además de lo extremadamente complicado del modelo.
El SFRC necesita un incremento de la financiación general, para mejorar el nivel de los servicios públicos encomendados, que han sufrido un sensible deterioro desde la crisis económica de 2009 y las políticas de austeridad implantadas.
Simultáneamente, hay que corregir las evidentes diferencias en la........
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