La verdad ya no cuenta
11/11/202410/11/2024 Bomberos y policía Nacional continúan en los trabajos de achique y búsqueda en el parking de Bonaire en Aldaia, Valencia.-EFE/Kai Försterling
Hace unos días, un audio de Whatsapp en el que se oye a un hombre llorar era reenviado en una punta del mundo mientras en el extremo contrario alguien metía una papeleta en una urna. En un efecto mariposa instantáneo, los dos gestos conectaban la génesis y el apocalipsis de una estructura poderosa que atraviesa el mundo y que hace tambalear un principio humano tan básico como el de relacionarnos a través de la realidad.
El famoso audio en el que una voz masculina se quebraba anunciando más de 800 muertos en el parking de Bonaire cumplió su función, más allá de las intenciones de su autor y de que realmente no hubiera ninguno. No se trataba tanto de que se hallara en efecto un cementerio sumergido, sino de desplazar la confianza de quien escucha. Audios de personas normales, que parecen tan pegadas al terreno y cuyas emociones suenan tan reales, llegan a nuestros teléfonos como una confidencia que alguien se empeña en acallar. Para cuando la policía nos entregue los datos reales, mediante un aséptico e impersonal comunicado, la duda ya estará sembrada.
La DANA de Valencia, aparte del mayor desastre natural del siglo XXI en nuestro país, es un experimento a........© Público
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