Es cuestión de confianza
14/10/202415/10/2024 El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Congreso.- Eduardo Parra / Europa Press
Hay dos formas de encarar la corrupción política e institucional: negarla siempre o cortar por lo sano y cuanto más lejos de la infección, mejor. La derecha es experta en lo primero: todavía no hemos oído una sola palabra de contrición de José María Aznar o Mariano Rajoy -y mira que se dicen "democratacristianos"- sobre los desmanes de Luis Bárcenas, persona de la máxima confianza, amigo personal de Rajoy, igual que Jorge Fernández Díaz, que ahí sigue en el banquillo del juzgado; de Ignacio González o Francisco Granados, de Eduardo Zaplana, de Jaume Matas, qué decir del amigo narcotraficante de Alberto Núñez Feijóo ... Nadie dice ni una palabra, es más: si la pronuncias, te vas; que le pregunten a Pablo Casado sobre eso de denunciar la corrupción en su partido, y tal.
Tampoco hemos escuchado perdón alguno a Felipe González, no crean: ni una disculpa, por ejemplo, por su Luis Roldán o por las cosillas del GAL en las que trabajó Enrique Rodríguez Galindo, el terrorista (de Estado) ascendido a general de la Guardia Civil, como recordaba este lunes a primera hora en RNE Maixabel Lasa, víctima del terrorismo (de ETA), en una entrevista de Josep Cuní que te deja muda, precisamente, por la serenidad y honestidad, por la falta de rencor y la lucidez de Lasa. Siempre impresiona escucharla.
¿Y sobre las........
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