Un precedente funesto para el derecho de asilo
El pasado 5 de abril, el Gobierno de Ecuador realizó un operativo con sus fuerzas de seguridad rompiendo la inviolabilidad de las instalaciones de la Embajada de México, agrediendo físicamente al subjefe de Misión, Roberto Canseco, e interceptando las comunicaciones de estas instalaciones. Todo ello, para llevarse por la fuerza al exvicepresidente de Ecuador David Glas, quien gozaba de Derecho de Asilo para preservar su seguridad e integridad personal conforme a la larga tradición jurídica latinoamericana. Hechos que ameritan una reflexión seria, ya que han generado un precedente nefasto tanto para el Derecho Diplomático y el Derecho de Asilo, invitando a otros gobernantes arbitrarios a usar la fuerza por sobre las tradiciones más consagradas de nuestra región.
La primera cuestión estriba en soslayar el valor jurídico de todas y cada una de las justificaciones políticas del presidente ecuatoriano, quien, por ejemplo, validó dicho accionar señalando “mi obligación es cumplir con los dictámenes de la justicia y no podíamos permitir que se asile a delincuentes sentenciados”. Lo cierto es que la Convención de Viena del Derecho........
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