Cumpleaños
No todos los cumpleaños son iguales. La forma del festejo varía según la edad y la cultura en la que uno se educa. Por ejemplo, en toda mi niñez y juventud no celebré mi cumpleaños, cuya fecha, en realidad, casi nadie conocía o recordaba. Dicen que la mejor manera de acordarse de la fecha del cumpleaños de la esposa es olvidarla una sola vez: nunca jamás en la vida la volverás a olvidar. Tal vez por eso en Japón se acostumbra festejar todos los cumpleaños el primer día del Año Nuevo. Tal vez por eso en la Europa cristiana se prefería celebrar el “onomástico”, o día del Santo cuyo nombre llevamos.
De hecho, es más fácil recordar la fecha de un Santo, cuyo nombre llevan muchas personas, especialmente en familias donde los nombres suelen repetirse, que cien fechas de cumpleaños. Por ejemplo, en mi familia paterna hay nombres que se repiten: Francesco/a (mi abuelo, yo, mi nieta); Lucía (mi abuela paterna, mi hermana y mi........
© Los Tiempos
visit website