Bendiciendo un pecado que no lo es
El papa Francisco ha sorprendido, grata e ingratamente a los feligreses católicos al autorizar la bendición de los matrimonios homosexuales. Para los homosexuales creyentes esta ha sido seguramente una gran noticia, no podrán ir al altar a recibir el sacramento del matrimonio, pero se les dice que son parte de la Iglesia, y que son bienvenidos, no es poca cosa si consideramos el pasado brutalmente intolerante de la inquisición que se ocupaba con tanto ahínco de quienes practicaban el pecado nefando.
Existen sectores extremadamente conservadores en la Iglesia, de corte fariseo, que precisamente por conservadores son homófobos, que están echando el grito al cielo, no conciben que se bendiga, lo que hasta antes de ayer era considerado un pecado contra la naturaleza, vale decir contra Dios. Y contra los preceptos de la Santa Madre.
Los católicos no creyentes, vale decir, los que se........
© Los Tiempos
visit website