La presidencia de Barack Obama (2009-2017), dejó una marca imborrable en Estados Unidos y en el mundo. Su llegada al poder fue un momento histórico y, para muchos, un símbolo de esperanza de que el país avanzaría hacia una mayor reconciliación de diferencias ideológicas, raciales, etc. Sin embargo, este destello de optimismo pronto se convirtió en una realidad más compleja. Al acercarse las elecciones del 5 de noviembre, es pertinente repasar sus logros, desaciertos y cómo su ideología progresista sentó las bases del Partido Demócrata actual.

En el ámbito doméstico, Obama impulsó un cambio radical en políticas sociales, promoviendo leyes que suponían una profunda transformación en el papel del gobierno federal y de la expansión del Estado de bienestar. El principal ejemplo en este ámbito fue la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act, 2010), más conocida como "Obamacare", que permitió que más de 20 millones de personas tuviesen cobertura sanitaria. Aunque Obama argumentó que ayudaría a reducir costos, la realidad es que aumentó los costos para pequeñas empresas y debilitó el mercado de seguros privados.

En materia económica, Obama tuvo que hacer frente a la Gran Recesión de 2008, y su fuerte impacto en el mercado financiero y los mercados inmobiliarios. Así, por ejemplo, Obama impulsó la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección al Consumidor (2010). Barack Obama impulsó un paquete de estímulo masivo y un rescate bancario que, aunque estabilizaron la economía a corto plazo, fueron criticados por su elevado costo fiscal y la falta de impulso a largo plazo para el sector privado.

A pesar de una recuperación........

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