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Antisanchista y antiobamita

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14.11.2024

En Verdad y mentira en política (publicado por la editorial Página Indómita), Hannah Arendt establece el criterio de demarcación entre democracia y su degeneración populista: "La libertad de opinión es una farsa si no se garantiza la información objetiva y no se aceptan los hechos mismos". La izquierda mundial hoy en día ha quedado reducida a una cruzada contra la objetividad y lo factual. Abducidos los socialdemócratas por lo que denominan "relato", que no es más que una alucinación pretenciosa al servicio de ese narcisismo que denominan "superioridad moral", pretenden hacer creer que Trump ha ganado fundamentalmente por la economía. E inflación hay, sin duda, pero tiene más que ver la victoria de Trump con una batalla cultural contra la plaga de ideologías tóxicas con la que los socialdemócratas han ensuciado las instituciones fundamentales de la democracia norteamericana, de los jueces, a los que quieren convertir en inquisidores sectarios presidiendo tribunales populares, a las instituciones educativas, manipuladas para ser focos de adoctrinamiento y lavado de cerebro. Es decir, Trump ha ganado porque Obama, con el que empezó la debacle posmoderna institucional, ha conducido a los socialdemócratas norteamericanos al precipicio de la extrema izquierda de la ideología de género, el victimismo racista pasivo-agresivo y el magufismo científico.

No se entiende el fenómeno Trump si antes no se comprende que el populismo, la posverdad y el antiliberalismo habían llegado al núcleo del Partido Demócrata con Obama. Acabar con el populismo trumpista primero pasa con terminar con el populismo obamita. Cualquier antisanchista español que no lo sea por postureo debe ser antes antiobamita que antitrumpista. Obama........

© Libertad Digital


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