Petro y el progreso
La izquierda tiene un propósito genuino de decrecimiento económico y no ofrece un modelo distinto de desarrollo que no sea una oposición abierta al capitalismo. Para la izquierda, el crecimiento económico es malo por sí mismo, sobre todo porque su soñada igualdad no solo es absurda sino que se trata de un imposible metafísico: los beneficios del progreso nunca serán iguales para todos; siempre habrá quienes obtengan mayores ganancias de una mejora general de las condiciones, y hasta habrá quienes no se beneficien en nada o, incluso, se perjudiquen.
Por eso, no es extraño escuchar las disertaciones desatinadas y ridículas de un individuo esquizofrénico como Gustavo Petro acerca de temas como Hidroituango, por ejemplo; esbozando argumentos tan contraevidentes como el de asegurar que esta central hidroeléctrica no debió construirse porque "el desarrollo es el crecimiento de la vida, no acabar la vida". Acaso, ¿se ha ocasionado una sola muerte con el proyecto de Hidroituango? No, ninguna.
Todo parece indicar, más bien, que a Petro lo que le choca es........
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