Por una ciencia de la mordida
Que en México se sabe de corrupción no es nada nuevo. Otra cosa es admitir, como insinúa mi admiradísimo Gabriel Zaid, que ronda los 90 años, que los mexicanos puedan ser los únicos catedráticos en mordidas. De hecho, no lo pueden ser porque como apunta él mismo, en ese país, como en otros, se habla y se abjura de la corrupción pero muy pocos se han dedicado nunca de manera sistemática a hacer un estudio científico de la corrupción, una ciencia de la mordida.
No conozco ninguna clasificación seria que establezca el orden de los países del mundo según la cantidad y la intensidad de la corrupción de hecho que soportan. En realidad es que no hay acuerdo en qué pueda ser considerada corrupción ni hay establecidos tipos, formas, modelos, prácticas, etc. Cuando no hay un estudio básico sólido y fundamentado, todo intento de resolver el problema, si es que lo es, es fútil.
Si uno hace caso, por ejemplo, al índice de "percepción" sobre corrupción que elabora Transparencia Internacional de la que habría que saber dirigentes, intereses y filiaciones políticas en España y fuera de ella, hay que precisar que se atiene a la percepción de la mordida en el sector público exclusivamente de 180 países (2023). Pero, ¿y en lo privado o privado-público?). Más........
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