Óscar Puente, el peor pero no el único
En la noche de los Óscar, Puente no estaba nominado. Y no le faltaban méritos al ministro porque como actor de reparto no tiene precio. El recio vallisoletano es el eslabón perdido entre la teoría evolucionista de Darwin y el lombrosismo criminológico, una especie aturdida entre el "homo erectus" y el "homo digitalis". A decir verdad, no es el único en la fronda de colonos políticos en España, aunque manifiestamente es el peor, al menos momentáneamente. Y como no es el único, se mire a derecha o a izquierda, haríamos bien en analizar las causas del advenimiento de esta nueva estirpe de profesionales ligados inseparablemente a la política, que ya no tienen reparos en exhibir impúdicamente su naturaleza rudimentaria y tribal.
La política nacional, y no me refiero únicamente a Puente, se ha convertido en una insufrible lluvia de meteoritos emocionales e irracionales que destrozan cualquier intento básico de raciocinio. Todo es delirante. Se dice en las redes y ya está, sea o no sea cierto. Y Puente, como otros, se........
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