Quién dijo suerte
De Julio César se cuenta una historia menos conocida que otras y que relata la vez en que, desembarcando antes de una campaña, tropezó y cayó al suelo, pero que, interpretando el presagio de forma positiva, se levantó de buen ánimo y dijo: "África, ahora te poseo". Es el equivalente histórico más preciso que he encontrado a aquella vez en que un amigo decidió que una bofetada sólo podía significar que la abofeteadora le deseaba, lo que, por otro lado, explica perfectamente que al cabo de unos años se convirtiese en la madre de sus hijos. A modo inverso, algo de eso puede aclarar también mi incomprensible propensión a fallar los goles más inverosímiles en las pachangas de los sábados. Algunos no podemos ni empujar un balón delante de una portería vacía sin detenernos antes a pensar qué artimaña rastrera debe estar utilizando contra........
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