El verano de todas las infamias
Es difícil encontrar un mes tan feliz para los miserables, tan amable para los déspotas, tan propicio para los hampones, tan descaradamente favorable para todos los infames y todas las infamias como este agosto de 2024, felizmente difunto. En España, hemos visto a dos bandas de canallas, el PSOE y el PSC, arrancar de raíz la base material del Estado, la Hacienda, para crear a escondidas un Estado catalán, parásito del resto de España. No hay en la historia de las traiciones una tan onerosa como la de esos dos rateros, Sánchez e Illa, para atornillarse al sillón del Poder y, desde ahí, robar cuanto puedan. De quienes han sido capaces de robar la caja común no cabe esperar respeto por ningún bolsillo. Vienen de robar y para robar y están para quedarse cuanto puedan.
Apagado por el chisporroteo de la plancha de las gambas, el atraco a los españoles, siervos fiscales del separatismo catalán por culpa de Sánchez, ha tenido como telón de fondo internacional la heroica lucha por la libertad de los venezolanos, encabezados por esa figura extraordinaria que es María Corina Machado. Hemos visto cómo conseguían ganar las elecciones de forma aplastante, con el respetabilísimo Edmundo González, cómo lo demostraban con las actas y cómo defendían ese triunfo en las calles, al precio de la cárcel e incluso de la vida. Algunos, allí son millones, prefieren respirar como personas a pastar como animales.
Pero hemos visto también cómo la sociedad delictiva del cártel de Puebla, cuya princesa Delcy está en el origen de la inmensa corrupción sanchista, se ponía, con la excepción del chileno Boric, a respaldar a los genocidas. AMLO, Lula y Sánchez, y Kamala al fondo, no han movido un dedo para impedir, tras exhibir la oposición las actas de su victoria, que los de Maduro se lanzaran a lo único que saben hacer: secuestrar, encarcelar por miles y matar por docenas a sus opositores. De escándalo ha sido la obscenidad con que Sánchez y Zapatero, Albares y Borrell, más el sicariato podemita, los Moneydero, Iglesias y........© Libertad Digital
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