Koldo Balboa
Poco después de ganar la moción de censura a Mariano Rajoy, en la sala de cine de La Moncloa, Pedro Sánchez y su esposa se sentaron a ver una película. Pedro, como siempre, impuso su criterio y quiso ver Rocky, arquetipo del hombre capaz de levantarse de la lona cada vez que cae, como le pasa a él. A Begoña no le apetecía, pues el lúgubre ambiente de la Filadelfia de los setenta que retrata la película le asquea, acostumbrada como está a los sofisticados ambientes de las saunas que fundó su padre. Pero, por darle gusto a su marido, accedió.
Viendo el recién estrenado presidente a Sylvester Stallone ejerciendo de cobrador del mafioso Tony Gazzo, se le ocurrió una idea brillante, como todas las suyas. Era muy consciente de que es imposible ahorrar un euro con el mísero sueldo de presidente del Gobierno. Y estaba harto de no permitirse más lujos que aquellos a los que le invitaba el suegro. Pero no quería corromperse porque, a fin de cuentas, él había........
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