Lobato no era el bueno
El 12 de marzo de este año, la Fiscalía de Madrid denunció por fraude fiscal a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, y la organización criminal conocida como PSOE se frotó las manos, pensando que gracias a las actividades privadas de su novio, anteriores a su vida en común, por fin se cobraría la cabeza de su némesis. Un día después la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, denunció amparándose en una noticia que no se publicaría hasta horas más tarde que Amador habría cobrado dos millones de euros en comisiones perfectamente legales por contratos de mascarillas sin ninguna relación con la Comunidad de Madrid y realizados antes de que comenzara su relación sentimental. Pese a ello eran de algún modo culpa de Ayuso, así que tenía que dimitir, naturalmente.
Al día siguiente, la jefa de gabinete de Óscar López, el designado por el sanchismo para sustituir a Lobato, le........
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