Sólo los catalanes podrán tener Lamborghinis
En un acto de exaltación, que llaman apertura de curso político, el presidente del Gobierno ha prometido regar de recursos a las comunidades que han quedado relegadas a la segunda división fiscal por la graciosa concesión a Cataluña de un concierto económico. Sí, concierto económico se llama la figura, aunque evitaran llamarlo así en el papel para poder negar que es lo que es. La promesa, hecha con gran fanfarria y todo el aparato gubernamental presente, ha sido de una extraordinaria vaguedad y no sólo por la voluntad de usarla como narcótico, sino también por fuerza. A fin de cuentas, todavía no se conocen los detalles del acuerdo con Esquerra para sacar a Cataluña del régimen común. Si eso no se sabe, menos se puede saber de dónde va a salir el chorro de........
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