Sánchez y su caos
Soy de los que piensan que la política no es lo contrario de la moral, pero nunca se puede reducir a moral. Quizá por eso apenas me interesan las "convicciones políticas" de muchos académicos y escritores españoles que no pasan de ser actitudes morales. Respetable es, sin duda alguna, el moralismo de ese personal siempre que se reconozca su absoluta irrelevancia para entender el desastre de la política española. La situación caótica de España requiere de análisis estrictamente políticos, es decir, hemos de repetir y explicar lo obvio de la tragedia de España: Sánchez es el principal culpable de la nefasta gestión de la catástrofe de Valencia, la última clave para entender la quiebra de uno de los fundamentos de la democracia: el Estado de derecho. Sí, desde el momento que Sánchez renunció a dirigir y gestionar la catástrofe de Valencia, provocada por la la gota fría, el Estado de derecho quedó en suspenso, o sea, dependiente de su voluntad. De su irracional decisión.
No hay justicia, en efecto, porque Sánchez ha dejado en suspenso la ley que le........
© Libertad Digital
visit website