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Antitolstoiana
Algunas frases felices deben su felicidad al hecho de que no las sometemos a demasiados exámenes. Se dicen y ahí se quedan. Las repetimos y las aceptamos sin esfuerzo: por la inercia de su sonoridad, por el eco afortunado de sus ideas. Son ocurrencias que nos reconcilian con nosotros mismos, a condición de que no les apliquemos la crítica rigurosa.
Una de esas frases que ha hecho carrera universal entre los lectores es el arranque de Ana Karenina, la maravillosa novela de Tolstoi, que comienza con la siguiente aseveración: Todas las familias felices se parecen unas a otras, pero cada familia infeliz lo es a su manera. Tanta ha sido la fama de la........
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