La sociedad de los saberes maltratados
La declaración ayer de un superviviente del accidente aéreo de los Andes sorprendió al presentador de un programa de Cuatro. ¿Acaso la práctica de rugby no había sido determinante en su salvación? “Sí, claro, por lo del espíritu de equipo”, respondió el primero en el día en que La sociedad de la nieve de Juan Antonio Bayona fue nominada al Oscar a mejor película internacional. Acto seguido, insistió en que no todos eran jugadores y que lo realmente crucial fue el nivel educativo de aquel grupo de jóvenes: uno tenía conocimientos de medicina, otro de física, geografía o historia. Según él, fueron todos esos saberes los que resultaron fundamentales en la toma de decisiones. Estas palabras seguramente habrían hecho sonreír al recientemente desaparecido Nuccio Ordine, último Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades. Autor del ensayo La utilidad de lo inútil, fue un defensor de la educación centrada en el “saber”, y no en el “saber hacer”, que traducido al neolenguaje burocrático serían las “competencias”.
Este concepto talismán, el de las competencias, está en el centro de las........
© La Vanguardia
visit website