Tal vez haga falta venir de un silenci antic i molt llarg para poder apreciar hasta qué punto la situación de la lengua cambió en Catalunya a raíz de la inmersión lingüística después de la transición. Aun así, el catalán continúa debilitándose, ahora en una situación que invierte lo que ocurría en las escuelas hace cincuenta años: entonces, para la inmensa mayoría de catalanoparlantes, en las aulas y en los libros de texto todo era castellano, mientras que en el patio y en casa, todo era catalán. Ahora, el catalán está en las aulas y en los libros de........

© La Vanguardia