Ni el terrorismo islámico, ni la inmigración, ni siquiera el peligrosísimo Carles Puigdemont. El primer riesgo para la seguridad de España es hoy ni más ni menos que la desinformación.
El Informe Anual de Seguridad Nacional, que elabora el Departamento de Seguridad Nacional del gabinete de la Presidencia del Gobierno, con información de todos los ministerios, concluye que la peor amenaza que se cierne sobre el estado son las campañas de desestabilización e intoxicación, muchas de las cuales irradian desde Rusia y desde China.
La desinformación que lleva través de las redes sociales ya es una preocupación política de primer orden
El documento analiza las circunstancias geopolíticas, las meramente políticas, los datos de criminalidad y la posición de España en diferentes cuestiones para llegar a tal conclusión.
El texto ha sido aprobado hace pocos días, el 19 de marzo, y tiene la voluntad de ser una linterna para los meses que vienen.
Por primera vez, España sitúa la desinformación y la información errónea por encima de otros riesgos, dado su poder desestabilizador y polarizador: confunde y divide a la sociedad y socava la confianza en las instituciones y la democracia.
El informe -de casi 300 páginas- explica que Rusia intenta a través de bots y campañas en las redes distorsionar lo que ocurre con la emigración en el Mediterráneo y en Ceuta y Melilla. Por su lado, los medios oficiales chinos y sus amplificadores oficiosos de las redes sociales en castellano dan eco a muchas de las narrativas pro rusas. Los analistas de seguridad han detectado también un incremento de visualizaciones y seguidores del ecosistema de propaganda chino en YouTube.
Alrededor del último 12 de octubre, por ejemplo, se observó una estrategia coordinada mediante bots, en especial en TikTok (de matriz china), para emitir mensajes contrarios a la historia de España y su papel en en América a partir de 1492.
Un año como 2024, con elecciones en decenas de países (Estados Unidos, Reino Unido, Islandia, Finlandia, Rumanía… y ahora también Catalunya), se considera especialmente sensible para esta clase de amenaza. Ya ocurrió en 2023, con dos elecciones generales en España, que fueron objeto de bots y proxies de todo tipo, explica el informe.
Además de las narrativas contrarias a los intereses de España, este pormenorizado análisis cuantifica la guerra digital. Los organismos públicos que velan por la ciberseguridad detectaron sólo en 2023 un total de 130 avisos de carácter crítico y 5.176 de altísimo riesgo.
En la administración pública y las empresas estratégicas, vigiladas por el Centro Criptológico Nacional-CERT, se detectaron a lo largo del pasado año ni más ni menos que 107.777 incidentes de ciberseguridad.
En el ámbito de los particulares y las entidades de derecho privado, bajo el ojo del Incibe-CERT, que depende del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública, las amenazas fueron 83.517.
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02.04.2024
Ni el terrorismo islámico, ni la inmigración, ni siquiera el peligrosísimo Carles Puigdemont. El primer riesgo para la seguridad de España es hoy ni más ni menos que la desinformación.
El Informe Anual de Seguridad Nacional, que elabora el Departamento de Seguridad Nacional del gabinete de la Presidencia del Gobierno, con información de todos los ministerios, concluye que la peor amenaza que se cierne sobre el estado son las campañas de desestabilización e intoxicación, muchas de las cuales irradian desde Rusia y desde China.
La desinformación que lleva través de las redes sociales ya es una preocupación política de primer orden
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