Pocas cosas tienen la importancia y simbología de las tierras de labor. La comida para vivir. La justicia de pagar por el trabajo bien hecho y ayudar cuando pintan bastos por una sequía, riada o incendio. La globalización y las manzanas perfectas del otro lado del mundo. La inmigración y saber de dónde vienen las manos que recogen nuestra comida. La contaminación, los pesticidas, los plásticos y las abejas que desaparecen por la suma de todo. El papel creciente y siempre mal reconocido de la mujer en el campo. El territorio y un país, Catalunya, cada vez más boscoso por el constante abandono de las explotaciones agrícolas. Pocos sectores tienen tantas facetas y todas tan cercanas.

Como periodista, he contado muchas veces sus reivindicaciones. Los he visto volcar litros de leche por las cuotas de la UE y los abusos de las grandes marcas. Cortar carreteras y quemar ruedas de tractor. Regalar manzanas en la ciudad, porque tanto daba si se vendían a bajo coste. Mi primer directo en televisión fue entrevistando a representantes de Unió de Pagesos a las puertas de la Conselleria d’Agricultura, hace ya treinta años. He comprobado como muchos les han querido hacer de los suyos, inventando seudosindicatos agrarios que tenían partidos o intereses espurios detrás. Y también he recogido la larga lista de promesas e incumplimientos que se les han hecho. Para ser justa, también he tenido que informar de como algunos de ellos incumplían la normativa laboral, o la sanitaria, o la medioambiental. O todas juntas.

Buena parte de estos problemas continúan y ahora se habla de ellos y de otros nuevos, como el envejecimiento del sector o los fondos de inversión buitre que han visto en las tierras agrícolas un nuevo objetivo para chupar y abandonar después. Pero me sorprende un silencio y una ausencia. Los grandes grupos comerciales de supermercados y los intermediarios, que deberían estar defendiendo a sus proveedores. Los que podrían explicar por qué un kilo de patatas se paga al payés a 32 céntimos y yo, a cerca de dos euros, o la naranja a 39 céntimos y que aumenta también a dos euros… sobrecostes que rozan el 500%. ¿Cuánta gente vive de ser una sanguijuela?

QOSHE - La tierra y quien la trabaja - Glòria Serra
menu_open
Columnists Actual . Favourites . Archive
We use cookies to provide some features and experiences in QOSHE

More information  .  Close
Aa Aa Aa
- A +

La tierra y quien la trabaja

10 0
11.02.2024

Pocas cosas tienen la importancia y simbología de las tierras de labor. La comida para vivir. La justicia de pagar por el trabajo bien hecho y ayudar cuando pintan bastos por una sequía, riada o incendio. La globalización y las manzanas perfectas del otro lado del mundo. La inmigración y saber de dónde vienen las manos que recogen nuestra comida. La contaminación, los pesticidas, los plásticos y las abejas que desaparecen por la suma de todo. El papel creciente y siempre mal reconocido de la mujer en el campo. El territorio y un país,........

© La Vanguardia


Get it on Google Play