La historia de la rebelión de las monjas clarisas de Belorado se está viviendo como una broma, una pelea con tocas y bombones de chocolate acompañada por un cura excoctelero y un falso obispo vestido como en los años cincuenta. Pero el asunto tiene más profundidad. Aparentemente es un problema económico de unas monjas que intentan cambiar de convento y acaban ahogadas con deudas e hipotecas. Pero hay que precisar que todo empieza cuando les cierran una casa rural ilegal que acogía fiestas durante el confinamiento. Y que de aquí arranca una........

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