La clase media, que durante décadas fue considerada el pilar de la estabilidad y el motor del progreso social en sociedades como la nuestra, se encuentra en claro retroceso desde el cambio de milenio. El Estado de bienestar europeo, ideado y sostenido por la fuerza económica de una clase media amplia y estable, muestra grietas que resultan cada vez más difíciles de disimular. Este modelo, que garantizaba acceso a servicios públicos de calidad, como la sanidad, la educación y las pensiones, está siendo puesto a prueba ante una realidad demográfica y económica que ha cambiado drásticamente en las últimas décadas.

El Viejo Continente se ha convertido en un continente viejo y ha pasado de ser protagonista de los cambios globales a paciente espectador de lo que depare el nuevo orden mundial, cada vez más liderado por economías como la china o la india.

Un claro síntoma de esta crisis es la desigualdad entre generaciones en términos de ingresos y calidad de vida. Hoy en día, por ejemplo, es frecuente comprobar como un jubilado de 70 años........

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