¡Aquí no hay quien viva!
La política de vivienda no da votos. Lo que requiere tiempo, esfuerzo y dinero, con poco retorno político inmediato, suele ser poco goloso a la hora de planificar los objetivos de los gobiernos. Quizás sea esto lo que explique que Catalunya y España estén con los deberes por hacer en materia de vivienda. En las últimas décadas se han hecho muchos parches y muchos titulares, pero ha habido pocas soluciones efectivas. La realidad es que los alquileres, a pesar de las iniciativas públicas que se han emprendido, no han dejado de subir y se han alcanzado cifras de récord.
El precio medio del alquiler en Barcelona en el tercer trimestre del 2023 llegó a los 1.171 euros al mes, un 11% más que un año atrás, creciendo a un ritmo muy superior al de los salarios. En el conjunto de Catalunya, el precio medio del alquiler se sitúa en los 830 euros.
Con estos precios, las opciones de tener una vivienda digna se desploman, especialmente para la gente joven que quiere emanciparse. No es casualidad que estemos en el podio de países en los que los hijos tardan más en irse de casa de sus padres ni es casualidad que nos........
© La Vanguardia
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